La chaqueta de forro polar adecuada para cada tarea
No todos los forros polares son iguales: según el entorno laboral y los requisitos, se priorizan diferentes funciones. Ya sea protección adicional, mayor visibilidad o una eficaz barrera contra el viento, la variedad es amplia. A continuación, presentamos tres categorías que hacen que el trabajo en otoño sea más cómodo y seguro.
Chaquetas de forro polar ignífugas: protección en entornos de alto riesgo térmico
En áreas con calor, chispas o riesgo de incendio, las chaquetas de forro polar ignífugas son un componente esencial del vestuario laboral. Combinan confort térmico con protección certificada frente a riesgos térmicos. Son ideales en la industria, el sector energético o durante trabajos de soldadura. Muchos modelos están certificados según EN ISO 11612 y EN 1149, y se pueden usar debajo de otras prendas ignífugas o en combinación con ellas.
Chaquetas de forro polar de alta visibilidad: visibilidad en cualquier clima
En otoño no solo baja la temperatura, también oscurece antes —a menudo ya por la tarde. Las chaquetas de forro polar de alta visibilidad combinan un material cálido con una excelente visibilidad según la norma EN ISO 20471. Ideales para construcción vial, logística o servicios municipales. Sus colores brillantes y elementos reflectantes brindan seguridad en condiciones de baja visibilidad sin sacrificar comodidad.
Chaquetas de forro polar cortaviento: calor que resiste el clima
Los vientos frescos de otoño pueden hacer que trabajar al aire libre sea incómodo. Las chaquetas de forro polar cortaviento protegen eficazmente contra la pérdida de calor corporal, son a menudo transpirables y resistentes. Son ideales para trabajos al aire libre como jardinería, montaje o construcción. Gracias a tejidos especiales que repelen el viento, bloquean las ráfagas y mantienen el calor donde se necesita.
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